jueves, octubre 26

Religión by Marques de Sade

-Todas las religiones parten de un principio falso, Sophie -me decía-, todas suponen como necesario el culto a un ser creador. Ahora bien, si ese mundo eterno, lo mismo que todos aquellos en medio de los que flota en las llanuras infinitas del espacio, no ha tenido nunca principio y no debe tener jamás fin, si todos los productos de la naturaleza son efectos resultantes de las leyes que a ella misma la encadenan, si su acción y reacción perpetuas suponen el movimiento esencial para su esencia, ¿en qué se convierte el motor que le prestais grauitamente? Ah, creelo, Sophie, ese Dios que tu admites no es sino el fruto de la ignorancia, de un lado, y de la tiranía, de otro; cuando el más fuerte quiso encadenar al más debil le persuadió de que un dios santificaba las cadenas con que le oprimía, y este, embrutecido por su miseria, creyó todo lo que el otro quiso. Todas las religiones, consecuencias fatales de esta primera fábula, deben pues ser sumidas en el desprecio como ella; no hay una sola que no lleve el emblema de la impostura y de la estupidez, en todas ellas veo misterios que hacen temblar a la razón, dogmas que ultrajan a la naturaleza y ceremonias grotescas que no inspiran sino irrisión. Apenas abrí los ojos Sophie, ya detestaba esos horrores, y me impuse la ley de pisotearlos, de no volver a ellos en el resto de mis días; imítame si quieres ser razonable.
-Los infortunios de la virtud
Poco más tarde, cuando salió la versión expandida del libro ("Justine" y "Juliette" que pasa de las 150 y tantas páginas a las 4000 en varios volúmenes, riete tú de la versión del director del señor de los anillos) Napoleón mandó arrestar al Marques de Sade y pasó 13 años en prisión hasta morir.

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